Germinados
|Los germinados son alimentos que se obtienen mediante un procedimiento natural. Se trata del único alimento que cuando lo comemos todavía está vivo, por lo que mantiene intacto su rico aporte nutricional. La germinación hace que las semillas de las plantas aumenten su valor nutritivo gracias a la acción del agua, el oxígeno y el calor. De este modo, las semillas germinan para formar un nuevo ser vivo, una planta que a su vez producirá nuevas semillas.
Los germinados o brotes se asemejan en su valor nutritivo a las hortalizas y verduras frescas debido a su contenido en agua, vitaminas y minerales, enzimas y clorofila. Se asimilan muy bien por el organismo, estimulan los procesos digestivos, contribuyen a regenerar la flora intestinal y son ricos en antioxidantes como la vitamina C y el betacaroteno, entre otros. Por si fuera poco, aportan muy pocas calorías, por lo que ayudan a mantener un peso balanceado.
Existen tanto tipos de germinados como de semillas. Los más apreciados por su textura y sabor son los obtenidos a partir de la alfalfa, el berro, la cebolla, la soja y el puero. Sin embargo, la lista de brotes es muy larga: los hay soja verde, mostaza, amapola, fenogreco y más.
Estos vegetales pueden encontrarse en tiendas de alimentación natural, o bien, se pueden obtener en casa. Para hacerlos en casa, es indispensable elegir semillas procedentes de una agricultura ecológica y contar con una fuente de agua pura. Además, se necesita de un lugar donde haya luz solar.
Cada germinado es diferente en sabor y aspecto. El tamaño al que hay que comerse el brote depende de la semilla. Por ejemplo, la alfalfa o las lentejas producen brotes de cuatro o cinco centímetros, mientras que el trigo o el arroz apenas de unos milímetros.