Los beneficios de consumir carne orgánica

Los métodos convencionales de producción de carne son ampliamente conocidos. Los animales  se mantienen confinados en espacios reducidos, en condiciones sanitarias pobres. Esto les genera infecciones, estrés y agresividad, por lo cual son inyectados con antibióticos y tranquilizantes. Por último, reciben hormonas que los hacen engordar de manera artificial. Todo lo anterior resulta en un producto de baja calidad alimenticia, saturado de químicos y sustancias que se acumulan en el cuerpo humano, y que causan efectos adversos a corto, mediano y largo plazo (como alergias y resistencia a antibióticos).

Cabe señalar que la ganadería convencional no sólo genera efectos nocivos en el cuerpo, sino también para la ecología. La industria ganadera es una de las principales contaminantes del mundo, ya que sus desechos son frecuentemente arrojados a lagos o presas y contaminan los mantos acuíferos. Esto sin contar que, para producir un kilo de carne, se utilizan más de 20 mil litros de agua.

La carne orgánica se produce bajo condiciones distintas:

  • Se asegura la calidad sanitaria de las instalaciones donde se encuentran los animales;
  • Se busca trabajar respetando los ecosistemas, sin desperdiciar los recursos renovables, manteniendo la fertilidad del suelo y sin contaminar el entorno;
  • Se proporciona a los animales condiciones óptimas para su desarrollo, como espacios para caminar, descansar y pastar.

Así, con la ganadería orgánica se respeta la salud animal, la humana y la del medio ambiente.

Lo anterior resulta en:

1)     Una carne más saludable, libre de químicos;

2)      Un producto de mejor sabor, debido, en primer lugar,  a la alimentación de alta calidad que reciben los animales; en segundo, a que al hacer ejercicio, éstos generan más masa muscular y menos grasa, y tercero, porque al vivir en un entorno agradable no se estresan (diversos estudios señalan que cuando se encuentran bajo estrés, los animales segregan una sustancia de sabor desagradable).

La carne orgánica  tiene un sabor más intenso, mejor color, más firmeza en la textura y menor contenido graso que aquélla producida bajo métodos convencionales. Claro, hay que mencionarlo: los precios de esta carne son significativamente más altos, pero al aumentar su consumo, podrán volverse más accesibles.

Compartimos un fragmento del documental «Food, Inc.», del cineasta norteamericano Robert Kenner, que ilustra a profundidad el tema de la ganadería industrial y la orgánica:

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