Postres orgánicos: ¿cómo hacerlos?
|Todos disfrutamos de un rico y dulce postre, ya sea al final de la comida o como aperitivo. Y no se diga de los pequeños, cuyo mejor regalo es una deliciosa rebanada de pastel o unas galletas con leche. Pero, ¿por qué tienen que ser tan poco saludables? En realidad, podemos elaborar ricos dulces, galletas y pasteles que al mismo tiempo sean nutritivos. Aquí te damos algunos tips para lograrlo, y para nunca más comer un postre con remordimiento.
- Evitar el uso de azúcar blanco. El azúcar blanco es una de las sustancias más dañinas para el cuerpo humano. Completamente refinada, no contiene en absoluto nutrientes: ni proteína, ni fibra, grasas, vitaminas o minerales. Pero no sólo no nutre; también daña el cuerpo, causando diabetes, obesidad, caries dentales, ceguera, insuficiencia renal y muchos otros males. Para elaborar nuestros postres, podemos emplear azúcar mascabado, una versión menos refinada del azúcar, miel de abeja, agave o arroz y sustitutos de azúcar como Splenda.
- Usar harinas no blanqueadas. Las harinas blancas, al igual que el azúcar, han sido refinadas y despojadas de toda su fibra, por lo que lo único que hacen es engordar. Además, han sido sometidas a procesos de blanqueamiento con diversos químicos. Prefiramos la harina entera y, de preferencia, orgánica y molida a mano. Si buscamos una alternativa a la harina de trigo, podemos utilizar de maíz, arroz, cebada, almendra o amaranto.
- No utilizar polvo para hornear. El polvo para hornear comercial, tan utilizado por quienes hornean panes, pasteles y galletas, contiene ingredientes no tan saludables, como un derivado del aluminio. Y, ¿quién quiere comer aluminio con su postre? Para sustituirlo, por cada cucharada de polvo para hornear, utiliza ½ de cremor tártaro y ¼ de bicarbonato de sodio.
- Utilizar productos orgánicos. Emplea ingredientes ecológicos en la medida de lo posible: huevos, leche, mantequilla, frutas y nueces. Contribuirás a tu salud y a la del medio ambiente.
Yo siempre uso azúcar morena ya sea para hacer postres o para echar en café, yogur etc. Sabe mejor, es más sana y al ser un poco más dulce no hace falta que eches tanta. Es algo más cara pero merece la pena.