5 señales de que tus hormonas pueden estar fuera de control

Tendemos a pensar en las hormas únicamente en las fases de cambio de la vida, como la pubertad, el embarazo y la menopausia. Sin embargo, las hormonas y sus cambios son tan constantes como la respiración.

Tienen impacto sobre nuestro cuerpo y estado de ánimo a diario, incluso cada hora, influyendo en nuestra perspectiva de la vida, nuestro nivel de satisfacción, el resplandor de nuestra piel o incluso la rapidez o lentitud de nuestros pensamientos.

Cuando estos ‘mensajeros químicos’ están sincronizados, la vida es grandiosa: nuestra sonrisa sale sola, nuestras mentes trabajan con facilidad y nuestra ropa se ajusta tal y como debería. Pero cuando una hormona está en exceso o hay escasez de otra, todo nuestro sistema puede convertirse en una lista completa de problemas, desde el acné a la retención de líquidos, pasando por la muerte temporal de la libido. Existen hábitos para regular tus hormonas de manera natural que pueden ayudarte en periodos de mucho desnivel.

Estas son las 5 señales de que las hormas se encuentran fuera de control y las estrategias naturales para tratar de recuperarse.

1. Problemas en la piel

Si tu piel no puede retener la humedad (independientemente de la cantidad de crema que apliques), es posible que la hormona tiroidea se encuentre fuera de control. Si tus niveles son insuficientes, todo tu sistema podría volverse lento.

El resultado podría ser zonas de sequedad, erupciones cutáneas y enrojecimiento. Mientras tanto, un exceso de testosterona puede provocar un aumento de la producción de grasa, lo que provocaría acné localizado en la parte inferior de la cara.

Consejo profesional: deshazte de los conservantes. Estos disruptores endocrinos pueden causar estragos en tus hormas al imitar al estrógeno (y, por tanto, ‘competir’ con el estrógeno producido naturalmente).

Pásate a loa alimentos frescos, enteros y sin procesar. Cambia el pan de molde por producto de panadería local, por ejemplo, ya que suelen estar llenos de conservantes para evitar el riesgo de ponerse rancios.

2. Insomnio y ansiedad

A menudo sientes que fatiga se prolonga durante todo el día, de tal forma que terminar el trabajo es un lastre, pero cuando por fin te metes en la cama puedes tardar horas en quedarte dormida.

La progesterona podría ser la culpable. O, más bien, niveles insuficientes de ésta. Uno de los signos reveladores de su escasez es el insomnio durante la segunda mitad del ciclo menstrual, especialmente en casos de despertarse varias veces en medio de la noche y no poder volver a dormir.

Dado que la progesterona puede activar los receptores del cerebro que promueven la calma mental, otro indicador fuerte de niveles bajos es la ansiedad que ocurre durante las segunda mitad del ciclo.

Consejo profesional: muchos de los síntomas del déficit de progesterona se pueden resolver con cambios en el estilo de vida. ¿El más importante? Dejar de fumar o frenar el alcohol. El alcohol puede tener un efecto tremendo en los sistemas reproductivo, neurológico e inmunitario, además de afectar a los niveles de testosterona y estrógenos, afectando a la salud hormonal en general.

3. Cabello fino

¿Encuentras mechones de pelo en el desagüe o tras pasar las manos por el cabello? Los efectos psicológicos de la pérdida de cabello no son una broma, y las razones que la causan pueden estar directamente relacionada con la salud hormonal.

Los desequilibrios en los niveles de estrógenos y progesterona pueden causar una interrupción en el crecimiento del cabello (y su vitalidad), y una anormalidad tiroidea puede ser el causante de una pérdida de cabello.

Por otro lado, un exceso de testosterona puede hacer que el cabello se vuelca quebradizo y fino, sin importar cuanto inviertas el producto para el tratamiento capilar.

Consejo profesional: aumenta tu consumo de grasas saludables. Los aguacates, el aceite de oliva, los anacardos o los pescados grasos (como el atún) fomentan orgánicamente la salud hormonal. Además, los omega 3 que se encuentran en las grasas saludables pueden estimular el crecimiento capilar y mejorar la apariencia del cabello.

4. ‘Niebla’ mental

No puedes recordar cuál es la calle de tu cafetería favorita, no encuentras el teléfono por ningún lado y necesitas más de cinco minutos para enviar una breve respuesta a tu jefe.

Si bien pueden atribuirse a cualquier otra cosa, pueden deberse a la caída de los niveles de estrógenos. Cuando están altos, tu cerebro (e ingenio) es muy afilado, mientras que cuando bajan puedes olvidar las palabras más simples.

Todas las mujeres experimentan una caída de estrógenos previa al período. Un desequilibrio hormonal puede exacerbar la niebla cerebral y hacer que aparezca con más frecuencia.

Consejo profesional: da prioridad al movimiento. El ejercicio es una de las mejores formas de restablecer el equilibrio hormonal. Lo que es más, hacer ejercicio constantemente aumenta las sustancias químicas del cerebro que facilitan el aprendizaje y refuerzan la concentración.

5. Un estado continuo de apatía

No estás enfadada y tampoco especialmente estresada, pero la idea de hacer cualquier cosa fuera de la comodidad del hogar suena muy poco atractiva. Nada en estos días parece particularmente emocionante, incluso un regalo sorpresa de esa persona a la que quieres genera poco más que un leve agradecimiento.

Cada mujer pasa por una etapa de su ciclo en la que prefiere quedarse sola en el sofá antes que ir a una fiesta rodeada de amigos. Esto ocurre generalmente durante la tercera semana del ciclo, cuando aumentan los niveles de progesterona mientras el estrógeno y la testosterona caen en picado.

Como resultado, el apetito se acelera (sobre todo en caso de embarazo), mientras que las ganas de aventura y compañía se desploma. Un nivel de estrógenos más bajo durante este riempo puede reducir la confianza y, por tanto, generar un menor deseo de vestirse y salir (incluso de ir al gimnasio).

Consejo profesional: deshecha los dulces. Es probable que seas consciente de que el azúcar, especialmente las cosas refinadas, pueden afectar radicalmente a la calidad del estado de ánimo, piel, cabello o niveles de energía. Pero en caso de que necesites otra razón para mantenerte alejado del cajón del chocolate, debes saber que el azúcar también afecta negativamente a la libido.

Si no encuentras la manera de dejar a un lado los dulces, puedes hacer un trato contigo misma: prepara una tazá de té antiinflamatorio (como cúrcuma o romero) y da un paseo durante 10 minutos. Es probable que el impulso de azúcar disminuya durante ese tiempo y te acercarás más a la restauración de la armonía hormonal.

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