¿Cómo curar la ansiedad sin usar narcóticos?

Hoy en día la medicina ha avanzado de forma extraordinaria. Enfermedades que se creían no tenían cura son cosa del pasado, sin embargo, no sólo existen avances en químicos sintéticos para combatir enfermedades sino también en productos naturales, estudios en plantas y otros elementos de origen natural han ayudado por ejemplo a encontrar cómo  curar la ansiedad sin tener que ser consumidores de medicinas sintéticas.

La ansiedad es una de las enfermedades que en los últimos años han ganado más adeptos debido al tipo de vida que se tiene. Junto con el estrés es de los padecimientos con los cuales los psicólogos y terapeutas se encuentran con mayor regularidad, lo más alarmante es que los pacientes cada vez son más jóvenes de lo que se era en años anteriores.

Ante el último aspecto mencionado, es imposible que a una edad de quince o diecisiete años se receten narcóticos a los pacientes, sobre todo aquellos que pueden ocasionar daños severos a largo plazo. Es más delicado recetar un Prozac o Xanax a un adolescente por el riesgo a que este desarrolle problemas del corazón o de las vías respiratorias, por lo cual especialistas se han dado a la tarea de buscar alternativas eficaces para el tratamiento de dicha enfermedad.

Una de estas alternativas son los medicamentos a base de productos naturales que tienen un origen y proceso 100% libre de conservantes, cualquier otro tipo de químico nocivo o que causen adicción. Puesto que además de las dificultades antes aludidas también se le atribuyen condiciones suicidas y de depresión que tendrían que ser tratados con otros medicamentos, en pocas palabras el paciente no mejoraría.

Como padres de pacientes o incluso como uno de ellos tenemos total libertad para comprobar otros métodos y medicinas que existan para combatir y curar este problema, hay una plena libertad en utilizar la forma con la que nos sintamos más cómodos y seguros, siempre y cuando estos no afecten bajo ninguna circunstancia nuestra salud. Busquemos asesorías con especialistas y escuchemos diferentes opiniones.

Investigar y considerar opciones por nuestra salud, o por la de quienes nos importan, es obligación y un derecho.

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