¿Qué es el comercio justo?


Los  Tratados de Libre Comercio (TLC) son acuerdos establecidos entre los gobiernos de distintos países (por ejemplo, México, Estados Unidos y Canadá) que favorecen el intercambio comercial de bienes o de servicios entre ellos. Esto se logra mediante la rebaja o la eliminación de aranceles (impuestos). Suena bien, pero, en realidad, lo que sucede con dichos tratados es que los mercados nacionales se inundan de productos extranjeros de bajo costo, mismos que compiten con los productos locales, cuyos precios suelen ser más altos (pues no cuentan con la misma capacidad de producción ni están subsidiados por el gobierno). De esta manera, los TLC derivan en el empobrecimiento de los campesinos y productores locales, y en el enriquecimiento de las corporaciones transnacionales.

El comercio justo es una forma alternativa de comercio promovida por varias Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que busca generar relaciones justas entre productores y consumidores. La principal tarea de estos organismos consiste en despertar conciencia sobre las prácticas comerciales injustas que son promovidas por los gobiernos del país, y sobre la necesidad de apoyar las economías locales. Esto puede hacerse, por ejemplo, consumiendo en mercados sobre ruedas o en tiendas locales, o adquiriendo productos orgánicos en supermercados (la tendencia de las estas tiendas a incluir dichos alimentos va en aumento; sin embargo, siempre será mejor adquirir los artículos directamente del productor).

Al apoyar el comercio justo se promueven también los siguientes puntos:

  • Que los productores no sean explotados,
  • Una mejor calidad de vida de los productores, quienes reciben un pago justo por sus productos,
  • Rechazo a los subsidios y a los precios bajísimos resultado de la producción masiva,
  • Una relación de respeto hacia la tierra,
  • Una mejor calidad del producto.

Así que, gastar unos pesitos extra en estos productos no nos hará mayor daño… pero sí generará un gran cambio en la sociedad.

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